Oscar Arias en el Zulia: "Tenemos que silenciar las armas en Latinoamérica"

24.03.2011 10:49

  El ex presidente costarricense y premio Nobel de la paz 1987 orientó su discurso en torno a sus políticas contra el armamentismo en virtud del fortalecimiento de la educación, la salud y la infraestructura

 

Cecilia Moreno Coello

 

El ex mandatario costarricense durante la rueda de prensa celebrada en el Hotel Intercontinental de Maracaibo, en el marco del programa Valores Foto Cecilia Moreno

  El Zulia recibió el día de ayer la ilustre visita del ex presidente Costa Rica y premio Nobel de la Paz 1987, Oscar Arias, quien participó en una serie de conferencias en el marco de las actividades del programa Valores, que impulsan diversas instituciones de la región, entre las que se cuentan la Cámara de Comercio, Unica, LUZ, Fe y Alegría, Promozulia.

En el salón Lisboa del Hotel Intercontinental, a las once de la mañana se llevó a cabo la primera de dos actividades que el también economista y abogado concretó en la ciudad. A la rueda de prensa, moderada por la periodista Nikary González, asistieron profesionales de los medios regionales y nacionales.

El encuentro se centró principalmente en dos grandes temas: la situación que vive el país africano, Libia, a lo que el ex mandatario respondió contundentemente afirmando que Gaddafi no tiene otro nombre que el de tirano y que no debería estar gobernando a un pueblo que se pensaba era incompatible con la democracia pero que ha demostrado lo contrario. Tras preguntarle sobre la mediación propuesta por el presidente Hugo Chávez y los miembros del Alba, con un indiscutible tono sarcástico refirió: “cuánto puede hacer el Alba, que concentra a un grupito frente a una decisión de la Organización de las Naciones Unidas que reúne a más de 200 países”, aunque luego agregó que era factible. Asimismo calificó de ironía la actuación de los aliados, en tanto, algunos de estos países han vendido armas a Libia, nación contra la cual combaten ahora.

 

Abolición del ejército

El segundo gran tema guardó relación con su trabajo a favor de la abolición de los ejércitos, en este sentido, no desestimó el momento para recordar que la frontera de su país y Panamá es consideraba la más segura y ninguna es resguardada por ejército alguno, también promovió su llamado “Consenso de Costa Rica”, programa que tenía como finalidad premiar a países que invertían más en educación y menos en armas.

No quiso pronunciarse sobre ningún tema nacional, entre ellos el de la huelga de hambre que protagonizan los estudiantes universitarios. Pero sí hizo mención de los 800 millones de dólares que la actual administración venezolana se ha gastado en armas. 

Al respecto insistió en que los gobiernos deben invertir más en educación, en salud e infraestructura, pues “el verdadero enemigo es la pobreza.
Aseveró que el verdadero salto al desarrollo se logra a través de la educación, para evitar consecuencias como la del promedio de escolaridad en América Latina, que tan sólo es de siete años, para Arias la receta perfecta para seguir siendo pobres. "En mi país por ejemplo, sí tenemos éxito en educación, salud y fortalecemos las instituciones educativas y es en buena parte porque no tenemos ejército”

Con respecto a la gira de Obama

Según Arias, la prioridad de Estados Unidos con respecto a Latinoamérica es el de combatir el narcotráfico, sin atender a la principal causa de ello y no es otra que la enorme demanda de drogas que hay en Norteamérica. “Para los Estados Unidos su gran preocupación es el problema de la migración y la verdad es que la pobreza no necesita pasaporte para viajar”, agregó el ex presidente, en tanto acotaba que es ese el país que más invierte en armas en el mundo.

 

Latinoamérica más demócrata que nunca

El Nobel de la paz no cerró sin antes reflexionar en torno a la democracia en Latinoamérica, la que considera más demócrata que nunca. “Muy a pesar de que estas democracias sigan siendo frágiles”. Aseguró que el único país de nuestro continente que vive una real dictadura es Cuba, que no puede elegir siquiera sus propios líderes. “Lo que sucede es que algunos mandatarios se sienten con derecho a ir cercenando libertades”, lo que queda para la reflexión de muchos venezolanos, sin lugar a dudas.